A pesar de que John Beal logró llegar a casa con su familia después de la guerra de Vietnam, él aún estaba en una situación desesperada- no por las armas de fuego, sino por su salud.
Después de asentarse con su familia en Seattle, Washington, el veterano de guerra sufrió tres ataques al corazón en el lapso de un año después de volver de la guerra.
En el hospital de Virginia, no sólo le dijeron que tenía TEPT (PTSD en inglés), sino que el doctor dijo que tenía tan sólo cuatro meses más de vida- así que el doctor le recomendó que “consiga un hobby”.
Con la finalidad de calmar la mente, Beal caminó a arroyo Hamm para contemplar su futuro. Pensando que estaba enfrentando una muerte inminente, notó lo particularmente contaminada que estaba el agua. El agua amarillenta, que había sido contaminada por una las aguas residuales de una planta cercana, estaba llena de pedazos de autos, peces muertos, y restos podridos. Los niños de los alrededores advertían a las personas para evitar que se acerquen al agua, sino saldrían del arroyo cubiertos de sarpullido.
Pero de a acuerdo a la hija de Beal, Liana, el arroyo inspiró a su padre.
“El pensó, bueno, hice mucho daño en Vietnam, así que porqué no limpiar donde estoy ahora antes de fallecer?” Ella comentó a KUOW.
Beal empezó a limpiar el río, quitando toda la basura y desperdicios. Después se dio cuenta que la fauna acuática aún no podía sobrevivir en este ambiente porque el flujo de agua continuaba en una serie de tuberías bajo tierra- así que el las quitó.
A pesar de que a veces se sentía desbordado por su nuevo “estilo de vida”, el determinado veterano de guerra persistió.
Después de años de trabajo, el Arroyo Hamm es ahora un oasis despampanante de fauna que resplandece con flora saludable y salmón salvaje.
“Me dijeron el primer año que empecé este trabajo que no podría cambiarlo, que no podría jamás regresarlo a lo que era.” John menciona en un video citado por KUOW. ” Bueno, está restaurado”
“Puedes hacer todo lo que quieras si tienes una idea con pasión. Si la persigues, y la mantienes el tiempo suficiente, cambiarás el mundo”.
Como el destino lo quizo, Beal falleció en 2006 – lo que es 27 años después de lo que los médicos predijeron originalmente. En los años posteriores a su fallecimiento, conservacionistas han honrado su trabajo y la labor que ha llevado su legado para poder mejorar el arroyo Hamm y las vidas de otras personas así como la de Beal.
Limpia la Negatividad al Compartir Esta Noticia con tus Amigos en Redes Sociales – Foto por John Hogg, World-Bank; Chesapeake Bay Program, CC license