Un bebé prematuro del tamaño de una figura de acción de Superman se ha recuperado milagrosamente y ahora celebra cada hito con su compañero a su lado.
Logan Ray nació a las 23 semanas de gestación, pesando solo 1.5 libras, la misma altura que una diminuta figura de Superman de 30 centímetros.
Los médicos les dijeron a sus padres que se prepararan para lo peor, pero al igual que su nuevo juguete héroe, el pequeño Logan era un luchador.
Y con cada semana milagrosa que pasó, el bebé prematuro creció y creció hasta que, después de 105 días en el Randall Children’s Hospital en Portland, Oregon, pudo irse a casa.
Su madre Val, de 34 años, ahora toma fotos del niño con el mismo muñeco de Superman todos los años para recordarles a todos lo lejos que ha llegado.
“Él mismo es un pequeño superhéroe. Incluso cuando sólo pesaba una libra y media. Lo llamé mi pequeño ‘chico duro'”.
Hasta el día de hoy, el médico le envía un mensaje a Val en Facebook, preguntándole cómo le va al pequeño “chico duro”.
Después de que las enfermeras de parto sugieran fotografiarlo con algo a su lado que muestre su tamaño, Val le pidió a su esposo Rob que fuera a buscar algo.
“Le dije que escogiera algo que él pensara que sería apropiado como un muñeco que pudiéramos desinfectar y poner dentro de la incubadora.”
“Me llamó y me dijo ¿qué tal un Superman? ¡Pensé que era perfecto!”
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Durante el embarazo, a Val le diagnosticaron de cuello uterino incompetente, una afección médica en la que el cuello uterino se acorta y se abre prematuramente, lo que a menudo provoca que las mujeres aborten.
Val dijo: “Los médicos básicamente nos dijeron a Rob y a mí que nos iban a enviar a casa para que abortáramos.
“Tanto Rob como yo miramos al médico y dijimos ‘no iremos a ningún lado, ya sea que lo tengamos mañana o lo tengamos dentro de cuatro meses, nos quedaremos en el hospital’.
Rob, el orgulloso esposo, dijo: “Se acostó boca abajo básicamente con la cabeza más baja que los pies durante 20 días sin levantarse de la cama para hacer nada”.
“Para ser honesto, es increíble, no se quejó en absoluto”.
Después del nacimiento, el pequeño Logan fue trasladado al hospital con múltiples complicaciones graves.
Contra todo pronóstico, salió adelante y se fue a casa con su familia después de 105 largos días en el hospital para celebrar su primera Navidad en su casa en Bend, Oregon.
Cuatro años después, Logan es un niño sano y feliz sin problemas de salud y todavía tiene a su compañero de Superman con él para celebrar cada cumpleaños juntos.
“Es un niño increíble. Muchos de estos bebés que nacen a las 23 semanas tienen toneladas de problemas de salud, pero Logan … es un niño inteligente, mi pequeño, realmente lo es”.
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– Traducido al español por Aletheia Jurado