Una iniciativa Francesa está lista para resolver el problema de reciclaje más complejo del mundo con un proceso que usa enzimas que quiebran los plásticos más complicados PET (como las bandejas de comida) de una forma tan limpia que se puede reutilizarlo para hacer botellas de agua que se ven y sirven igual que las creadas a base de los derivados del petróleo.
La empresa, Carbios, cuya misión es ser una compañía de plástico con economía circular, y obtienen dinero y ayuda de las mayores compañías globales para realizarlo.
Con un esquema mental de un año increíblemente productivo, la compañía de ‘bioreciclaje’ aseguró dos patentes en Estados Unidos como propiedad para este procesos enzemático que quiebra, purifica, y reutiliza una gran variedad de desperdicios plásticos PET, sólo una pequeña fracción de los cuales son reciclados actualmente. Planean licenciar esta tecnología para compañías de reciclaje.
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Esta compañía química verde obtuvo fondos para la construcción de su nueva planta de reciclaje que usará estas enzimas para el bioreciclaje, todo al mismo tiempo en unas cuantas horas, plástico multicolor, como bandejas de comida o camisetas de poliéster, de las cuales su porcentaje de reciclaje es casi nulo.
Otro problema global es alcanzar el volumen de plástico reciclado necesario para satisfacer la extrema presión de reducir el desperdicio de plástico de varios consumidores multinacionales.
Carbios busca satisfacer la necesidad de establecer alianzas estratégicas con compañías como Nestlé Waters, PepsiCo, L’Oréal, y Bebidas y Alimentos Europeos Suntory, de las cuales todas desean ayudar a que tecnologías de reciclaje lleguen al mercado con mayor rapidez. Estas compañías están apoyando a esta iniciativa con fondos y experiencia.
Nestlé y L’Oréal creen que la tecnología de Carbios ayudará a que las compañías alcancen su meta del 2025: 50% de sus productos provendrán de fuentes recicladas o con orígenes biológicos.’
“Ellos necesitan más materiales reciclados… y saben que alcanzar esa meta es imposible con la tecnología actual”, dijo Martin Stephan, CEO asignado. “Nosotros traeremos volúmenes al reciclar materiales, que actualmente no se reciclan porque tienen poco o ningún valor.”
En la actualidad, las botellas PET, están codificadas normalmente con el número ‘1’ dentro del símbolo de reciclaje abajo del contenedor, se pueden triturar y usarlos para hacer productos de un grado menor, como alfombras, zapatos Adidas, y capas de graduación, pero para ser plástico que tenga contacto con alimentos, las botellas necesitan ser hidrolizadas a monómeros y posteriormente purificados, lo que exactamente hace Carbios en su proceso que lo denominan curva infinita.
Para tales fines, en Febrero de 2019, Carbios anunció que logró producir su primera botella PET hecha 100% de Acido Terefálico Purificado, el compuesto orgánico es usado para hacer empaques y productos PET, a través del reciclaje del desperdicio plástico. Este enorme logro es el primero en el mundo y confirma el potencial de las compañías de tecnología que se comprometen en esta industria responsable de una transición hacia una economía circular.
También han empezado a abordar a la manera tradicional del problema de plástico no reciclable. En alianza con varias otras compañías europeas bajo el nombre Carbiolice, han presentado un plástico que puede ser compostable en casa o de manera local. Su objetivo para el próximo año es el de intervenir en las bolsas plásticas de los supermercados y posteriormente al los empaques rígidos y los cubiertos desechables.
“Estos logros refuerzan nuestra ambición de ofrecer al mercado una mercadería circular con soluciones que son tanto competitivas como amigables con el ambiente, y que revolucionará el final de la vida de los plásticos y textiles.”
La compañía menciona que la enzima usa un proceso de bajas temperaturas que otras nuevas tecnologías, que usa proceso biológicos para quebrar el plástico, lo que reduce el consumo de energía, y no usa solventes.
Mantén Circulando esta Idea Ecológica y Ayuda a Cultivar esta Nueva Cultura…
– Traducido al español por Aletheia Jurado